Durante unos días, el Café Iruña ha echado la persiana para poder realizar obras de mantenimiento y mejora de sus instalaciones. Tras este breve receso, nuestros clientes comprobarán la reparación de la carpintería del salón, la pintura en los techos y paredes y  el cambio del suelo, que mantiene la estética original. Este Café de otra época, con muchos años de historia, necesita con cierta periodicidad labores de conservación para mantener la esencia de su origen pero adaptadas a las comodidades del siglo XXI.

El Café Iruña abrió sus puertas en 1888 y durante más de sus 130 años de vida este salón ha sido testigo de momentos extraordinarios y testigo de las visitas de Hemingway, Dominguín, entre otros … Hoy los clientes siguen disfrutado de un salón decorado como los cafés europeos del siglo XIX  en el que perdura la magia y te traslada a tiempos lejanos. El Café Iruña os esperamos, amigos y clientes, con la misma ilusión que el primer día.